Oso polar en una nevera

El oso polar se encontraba tumbado en la nevera, rodeado de envases vacíos y restos de comida. Su pelaje blanco brillaba a la luz fluorescente del electrodoméstico. Observaba con curiosidad las botellas y latas apiladas a su alrededor, preguntándose cómo había llegado hasta allí y cuánto tiempo pasaría antes de ser descubierto.